PRIMERA PARADA.... EL HOSPITAL
Después de realizar los trámites administrativos, estábamos nuevamente frente a un pediatra, al que tuvimos que sacar todos los antecedentes clínicos, fotografías, recetas, etc., luego de revisar la placa de tórax, le tomó temperatura y dijo, por ésta puerta bajarán a urgencias, para que se le pueda ingresar... En medio de dimes y diretes de derechohabiencia o no, de ingresar o no... tenía 38.5 de fiebre nuevamente. Luego de esperar un par de horas...por fin, fue ingresado al hospital, le medicaron para la fiebre y comenzó nuevamente el desfile de estudios clínicos para establecer un diagnóstico decían. Estuvimos menos de un día en urgencias, luego le dieron cama en piso. La primera pregunta que recuerdo me hizo fue... mami, por qué lloran tanto esos niños, qué les duele, por qué gritan... Entiendo que el proceso de canalización es incómodo, doloroso y hasta engorroso, no sólo para quien inserta la aguja, sino para el que espera con mucha esperanza, la vena se vea, resista, no se ta